Se puede celebrar una Navidad de manera ecológica y responsable, compartiendo un grato momento con nuestros seres más queridos y divirtiéndonos, pero sin derrochar energía ni recursos naturales.
Cada mes de Diciembre nos trae la misma interrogación: ¿cómo celebrar la Navidad sin dañar a nuestro planeta? Porque esta hermosa fiesta -cuyo carácter religioso muchas veces parece empañado por el consumismo- debe ser festejada como se lo merece, pero sin los excesos que nada tienen que ver con su real significado.
Evita comprar productos que provienen de largas distancias, y cuyo transporte representa la emisión de más carbono a la atmósfera. Si haces buenos reemplazos, podrás disfrutar de comidas deliciosas, que nada tienen que envidiar a los platos elaborados con productos exóticos.
No derroches energía utilizando excesivamente las luces, la fiesta puede ser igual de bella sin tanto exceso de lámparas.
El planeta y tu bolsillo lo agradecerán.