jueves, 26 de julio de 2012

CIENTÍFICOS ESPERAN QUE EN 2012 LA TIERRA RECIBA TORMENTAS SOLARES


Científicos norteamericanos advirtieron hace poco que el globo terráqueo sufriría en 2012 una poderosa tormenta solar, cuya capacidad devastadora sería mucho mayor a la que tuvo el huracán Katrina, y ningún ser humano se escaparía apenas a su impacto catastrófico.

A medianoche del 22 de septiembre de 2012 aparecería un telón óptico colorido en el cielo sobre Manhattan, en Nueva York, Estados Unidos. En la región sureña como esta ciudad, pocas personas podrían ver este fenómeno fascinante de aurora polar. Sin embargo, el sentimiento agradable de la gente, generado de la contemplación de esta escena maravillosa, no duraría mucho, pues varios segundos después los focos eléctricos de esta zona empezarían a oscurecer y centellear y, de repente, volver a relucir de manera extraordinariamente brillante. Acto seguido, sucedería un apagón general.
Al cabo de 90 segundos, se cortaría el suministro de electricidad en todo el este del país. Un año más tarde, millones de norteamericanos empezarían a morir y todas las instalaciones infraestructurales de la nación se reducirían a escombros. El Banco Mundial anunciaría que Estados Unidos se ha convertido en un país en vías de desarrollo. Al mismo tiempo, Europa, China, Japón y otros países y regiones forcejearían, igual como Estados Unidos, en esa catástrofe. El origen de ese desastre provendría de una violenta tormenta que ocurriría en la superficie del Sol, a una distancia aproximada de 150 millones de kilómetros de nuestro planeta.
No será como en las películas
Este cuento parece algo absurdo, porque en condiciones ordinarias el Sol no causa tan colosal desastre a la Tierra. No obstante, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos emitió en enero de 2009 un informe especial, prediciendo que tal catástrofe es completamente probable.
El aspecto de la sociedad moderna puede deteriorarse debido al azote de un fenómeno de este tipo.Los científicos norteamericanos advierten que una intensa tormenta solar en 2012 provocaría un enorme desastre a la humanidad, ejerciendo un impacto en cada aspecto de la sociedad moderna. Se puede imaginar que, cuando la red eléctrica se vuelva frágil e inestable, los sectores íntimamente vinculados con la industria eléctrica se convertirían en víctimas: cuando los refrigeradores dejen de funcionar, gran cantidad de alimentos y fármacos en los frigoríficos se deteriorarían por falta de condiciones de preservación, y cuando las bombas suspendan de súbito el trabajo, la población de las comunidades carecería de agua potable.
En realidad, ocurrió en 1859 un incidente similar, en el cual las líneas telegráficas se quemaron debido a un estallido solar. Si bien las instalaciones de transmisión por cable e inalámbrica cubren hoy todo el mundo, serán difíciles de pasar por la prueba de un ataque sorpresivo de una tormenta solar.
Una espesa capa de partículas solares dentro del campo magnético de la Tierra sugiere que hay grandes brechas en las defensas solares de nuestro planeta, señalaron científicos. Esas brechas indican que durante el próximo período de intensa actividad solar, que debe comenzar en el 2012, la Tierra experimentará algunas de las peores tormentas solares en décadas. “La secuencia que esperamos puede crear las tormentas geomagnéticas más poderosas en muchos años, las auroras boreales más brillantes, y las mayores perturbaciones en los cinturones de radiación de la Tierra”, dijo David Sibeck, un experto en meteorología espacial del centro Goddard de vuelos espaciales de la NASA en Maryland. “Por lo tanto, si todo se concreta, tendremos tiempos difíciles en los próximos 11 años”.
Datos del satélite Themis de la NASA muestran que una capa de partículas solares de 6.437 kilómetros de espesor se congregaron y crecen dentro de la parte exterior de la magnetosfera, una burbuja protectora creada por el campo magnético de la Tierra.
Un informe reciente de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, indicó que una tormenta fuerte durante ese período podría tener consecuencias catastróficas durante las cuales los gobiernos podrían perder el control de la situación. Aunque no habrá que esperar una catástrofe, como grafican las películas.