La molécula, llamada BCX4430, se asemeja a la famosa “A” que se encuentra en el ADN: la adenosina. Los filovirus basados en ARN también utilizan la “A” en sus genomas. Dado que la BCX4430 se asemeja a “A”, puede ser utilizada accidentalmente por el virus cuando está tratando de crecer dentro de nuestras células.
Las células humanas parece que no se dejan engañar por la BCX4430. El experimento más convincente del equipo de investigación examinó la infección de monos macacos cangrejeros con el mortal virus de Marburgo. Los macacos recibieron dos dosis diarias de BCX4430 durante 14 días a partir de 1 hora, 24 horas o 48 horas después de la infección. Este antiviral tiene el mayor potencial para curar las fiebres hemorrágicas de pesadilla del que hasta ahora tengamos noticia como el ébola.