Los alimentos orgánicos son aquellos productos
agrícolas o agroindustriales que se producen bajo un conjunto de
procedimientos denominados "orgánicos". Estos procedimientos tienen como
objetivo principal la obtención de alimentos sin aditivos químicos ni
sustancias de origen sintético y una mayor protección del medio ambiente
por medio del uso de técnicas no contaminantes. Según definió la FAO en
1999, "lo que distingue a la agricultura orgánica es que están
prohibidos casi todos los insumos sintéticos y es obligatoria la
rotación de cultivos para fortalecer el suelo. Las reglas básicas de la
producción orgánica son que están permitidos los insumos naturales y
prohibidos los insumos sintéticos".
Los alimentos orgánicos están en pleno auge ya que los métodos agrícolas
masivos que se utilizan en la agricultura industrial han sido señalados
por el movimiento ecologista por su insostenibilidad ambiental y por la
exposición de los alimentos a pesticidas tóxicos. A pesar de ello,
actualmente no existe suficiente evidencia científica para afirmar que
el consumo de productos biológicos repercuta en un mayor beneficio para
la salud. Una importante revisión de estudios científicos certificada
por la Food Standard Agency y publicada en el American Journal of
Clinical Nutrition ha llegado a la conclusión de que no existen
diferencias nutricionales significativas para la salud entre alimentos
"bio" y alimentos clásicos.
Si bien han quedado demostrados los beneficios de los productos
orgánicos contra los comunes y corrientes, un nuevo estudio en la
Universidad de Stanford ha desmentido que aquellos provean más
nutrientes en comparación con los “normales”. En la investigación, los
científicos hallaron niveles bajos de plaguicidas en frutas y verduras.
Sin embargo, el aporte nutrimental respecto a los demás productos
resultó ser ligeramente variable.
Los investigadores Dena Bravata y Crystal Smith-Spangler llegaron a esta
conclusión tras revisar 240 estudios que señalan minuciosamente el
valor nutrimental de distintos alimentos orgánicos y no orgánicos.
Asimismo, otros datos interesantes salieron a la luz, como la
insignificante diferencia entre la salud de los consumidores de
productos orgánicos y la de aquellos que comen productos también
llamados clásicos. Por otra parte, se encontraron pocas diferencias
entre el contenido de vitaminas de los alimentos ecológicos y los
“normales”, aunque la excepción es la leche que, según datos del
estudio, en el caso de la orgánica contiene hasta 30% más Omega-3.
Además de esta creencia, muchos consumidores de estos productos juran
que sus alimentos son de lo más sano, pero con el enorme crecimiento que
esta industria ha tenido, resulta imposible que todos los alimentos que
tengan alguna leyenda que los certifique como orgánicos y cumplan
cabalmente con todos los requisitos para que sean legítimamente
orgánicos. Una de las razones por las que los alimentos “orgánicos” no
son más nutritivos podría tener que ver con que una serie de
megacorporaciones que controla esta industria y determina qué
ingredientes son aceptados dentro de la lista blanca de comida orgánica.